Tendinopatías del tobillo en corredores (peroneos, tibial posterior): diagnóstico eco y tratamiento infiltrado de precisión
Por::
Ernesto Rivera
En
01/12/2025Tiempo de lectura:
5 minutos
Resumen:
El tobillo del corredor es una zona de paso estrecha: tendones, ligamentos y retináculos trabajando muy cerca. Cuando aparece dolor en la zona externa (peroneos) o interna (tibial posterior) y no hay esguince claro, casi siempre hay una tendinopatía por sobrecarga: demasiados kilómetros, terrenos irregulares, pronación excesiva, debilidad de la cadena posterior… Si esto se trata solo con reposo y antiinflamatorios orales, mejora algo pero vuelve.
La ecografía permite:
Confirmar qué tendón es (peroneo largo, peroneo corto, tibial posterior…).
Ver si hay tenosinovitis (líquido en la vaina).
Ver si hay degeneración del tendón o zonas hipovasculares.
Detectar pequeñas roturas parciales que no se ven en la exploración.
Una vez localizado el problema, la infiltración ecoguiada se hace en la vaina o alrededor del tendón, nunca “a ciegas”, y eso importa porque son tendones finos y no queremos debilitarlos.
En tenosinovitis clara → pequeña dosis de corticoide guiado dentro de la vaina para bajar inflamación.
En tendinopatía crónica → productos biológicos (PRP, suero condicionado) alrededor del tendón para estimular reparación.
En corredores de élite o que no pueden parar → infiltración + plan de carga muy pautado.


El tratamiento no acaba en la aguja:
Corrección de la pisada (plantillas, analizar zapatilla).
Fortalecimiento de gemelos, sóleo y musculatura intrínseca del pie.
Progresión a carrera (no volver de golpe a trail o cuestas).
Si hay hipermovilidad de retináculos o subluxación peronea, se puede ver en eco y derivar.
Con todo esto, el pronóstico cambia porque ya no tratamos “dolor de tobillo”, sino el tendón concreto y el gesto deportivo que lo está lesionando.
