Artrosis
La artrosis de cadera es un tipo de artrosis frecuente, presentándose preferentemente en personas mayores de 65 años, aunque no es raro que aparezca en edades más
tempranas.
Esta afección es una enfermedad de carácter degenerativo que afecta a la cadera, producido por el desgaste progresivo del cartílago que recubre los componentes óseos que forman la articulación: la cabeza del fémur y el acetábulo, que es la cavidad de la pelvis en la que entra y articula la cabeza del fémur. Este deterioro del cartílago
provoca que la articulación se vuelva rígida y cause un gran dolor y limitación funcional.
En los casos en los que la artrosis sea leve o moderada, optamos por regenerar el cartílago articular perdido mediante terapias ecoguiadas encaminadas a mejorar el
dolor y la limitación funcional, así como detener o retrasar la progresión de la artrosis y la necesidad de implantar una prótesis de cadera.
Esta demostrado que realizar este tipo de tratamientos sin una guía de imagen hace que pierdan hasta el 40% de su efectividad al no depositarse en el lugar adecuado.
Bursitis
La bursitis de cadera es la inflamación de los pequeños sacos llenos de líquido llamados bursas, que proporcionan amortiguación entre los tejidos blandos (músculos, tendones y ligamentos) y los huesos de la cadera.
Lo más habitual es que la bursitis provoque un dolor en la articulación de la cadera, que se extiende a la parte exterior de la zona del muslo.
La bursitis en el lado externo (lateral) de la cadera se denomina bursitis trocantérica mayor o trocanteritis. Se produce cuando la bursa de la parte exterior de la cadera se daña, se irrita o se inflama.
Si los tratamientos conservadores no resuelven la bursitis, puede ser necesario extraer líquido de la bursa. O puedes necesitar inyecciones de esteroides para reducir el dolor y la hinchazón. Las infiltraciones ecoguiadas con plasma rico en plaquetas son muy eficaces y retrasan e incluso evitan la cirugía.